LOS DOMINIOS PERDIDOS A Alain-Fournier .......... Estrellas rojas y blancas nacían de tus manos. Era en 189... en la Chapelle d'Anguillon, eran las estrellas eternas del cielo de la adolescencia. En la noche apagaste las lámparas para que halláramos los caminos perdidos que nos llevan hacia un laúd roto y trajes de otra época, hacia una caballeriza ruinosa y un granero de fiesta en donde se reúnen muchachas y ancianas que lo perdonan todo. Pues lo que importa no es la luz que encendemos día a día, sino la que alguna vez apagamos para guardar la memoria secreta de la luz. Lo que importa no es la casa de todos los días sino aquella oculta en un recodo de los sueños. Lo que importa no es el carruaje sino sus huellas descubiertas por azar en el barro. Lo que importa no es la lluvia sino sus recuerdos tras los ventanales del pleno verano. Te encontramos en la última calle de una aldea sureña. Eras un vagabundo de barba crecida con una niña en brazos, era tu sombra ?la sombra del desapar...