Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2009

Francisco Aravena comenta el bajo nivel, incluso para sus bajos estándares, de programa del MEGA

"... hasta el incómodo caso de Wladimir Varas, cuya entrada al reality está dada por ser el hermano de Edmundo Varas y cuya humildad al hablar –argumentalmente y en la forma también– parece inspirar una incómoda mezcla entre condescendencia y franca burla de parte de sus compañeros y de los mismos "maestros" del reality: los panelistas que las ofician como una suerte de "profesores de opinología". El espectáculo llega a ser cruel incluso para los estándares de "MQH"." "No vamos a descubrir acá la pólvora: ninguno de los programas de farándula de la televisión chilena califica como un aporte ni de forma ni de fondo en pantalla. Son principalmente programas satélite –en su mejor expresión– o parasitarios –en su peor forma– de lo que hacen los canales grandes, aderezados con acciones y reacciones provocadas o fabricadas en el circuito de modelajes en discotecas y otros eventos del estilo, y además plagados de notas con los textos más lamentable

TED. Steven Pinker y la vieja historia de la violencia

Pinker está en Chile esta semana con motivo del seminario por los 200 años de Darwin brillantemente organizado por la Fundación Ciencia y Evolución y al que tuve la oportunidad de asistir. Su exposición fue notable y me dejo muy interesado en él. Acá dejo una de varias de las charlas TED que él ha dado y que se refiere a la historia de la violencia, desde la Biblia hasta ahora. En su página en la Universidad de Harvard es posible bajar varios de sus artículos.

se viene #lacolusión

1. desde hoy 3 de septiembre #la colusión tiene su logo 2. pronto saldremos al aire! 3. sintonice esta citroneta cuántica desde su medio favorito

Las tierras baldías por Fresán (Contratapa)

Desde Barcelona UNO. Si –como advirtió el poeta– abril es el mes más cruel, entonces septiembre es ese otro mes que espera a abril a la salida del calendario para molerlo a patadas. Al menos por aquí, todos los años. Y este año peor y más que nunca. Septiembre –que se esconde bajo la sofisticada máscara de la rentrée– no es otra cosa que un volver a empezar con el año comenzado y, ahora, para colmo, con un 2009 maldito. El regreso de las vacaciones equivale, sí, a sacar cuentas, a descubrir que las cuentas no salen y que el optimismo de los pronósticos ligeros sucumbe ante la pesadumbre del diagnóstico en firme. Dicen que Europa comienza a recuperarse y que España va a la cola, y aquí vienen los bronceados políticos invitando a “poner el cuerpo” y “arrimar el hombro”, pero –se les nota– con tan pocas ganas de dar la cara. Así, días de gran desilusión: los que disfrutaron como niños durante más de una década larga descubren, de pronto, que Papá Noel no existe y que los Reyes sí: pero

El justiciero, por Fresán (en Radar)

A Dominick Dunne se lo podía y se lo sigue pudiendo definir de varias maneras, todas parciales, y sin que ninguna le haga o le hiciera del todo justicia. Para algunos, Dunne era una especie de Truman diet y light o Capote pocket. Dunne había hecho suyo el territorio de los ricos y famosos y de los malditos y los bellos: le apasionaban las vidas y las muertes de los poderosos y las idas y las vueltas de los true crimes y escribió varias novelas sobre unos y otros. La mejor de ellas, Las dos señoras Grenville (1985), combinaba los procedimientos reconstructores de A sangre fría con el tráfico de indiscreciones de poderosos de Plegarias atendidas. Las dos señoras Grenville fue, también, un muy buen best-seller en el más pleno y mejor sentido del término. Para otros, Dunne era el hermano de John Gregory Dunne (escritor infinitamente superior a Dominick) y el cuñado de Joan Didion (escritora infinitamente superior a ambos Dunne y a casi todos los escritores del universo). John Gregory y Dom