De la revisión de la prensa dominical no me quedo hoy con Peña sino con Carcavilla que escribe en La Nación algo que comparto al 100%: qué significa una vida de lujo y qué ganas de que estuviera en el debate electoral. Está bien proponer igualdad de oportunidades de educacion, pero cómo nos hacemos cargo de que haya tiempo para un rico café, su buen pucho y un libro de auster, bolaño o bertoni, eso es una vida de lujo para ángel, perder el tiempo para ganar el oro en la fuente de soda de la esquina: "Me urge saber en estas elecciones que es lo que piensa cada candidato con respecto al lujo. Necesito saber si los próximos años los vamos a pasar trabajando como esclavos o habrá más tiempo para el ocio. Desgraciadamente en esta país la palabra está más vinculada a la pompa y al boato, al consumo de marcas, autos, ropas y joyas, que a la calidad de vida. No creo que vivir lujosamente sea poder comprar todo lo que a uno se le antoje. Estoy seguro que el lujo está lejos de una 4x4, u...