wc poetry
este poema
comienza sin creer en sí mismo ni en la capacidad opaca de estas veintinueve
manchas de tinta para oscuramente alumbrar algo más que mi propia penumbra.
herida con h de hermosa. Llévele, oiga, WC poetry, la lectura ideal para esas
tardes de inodoro y crucigrama, juegos verbales para erizarle los pelitos allá
abajo, en el
sur de las
radios am, en la suburbia
de los
deseos clase media irrumpiendo, por favor retroceder.
diálogo no
es lo mismo, señor cabecera de mesa, que monólogo a dos voces. "cítame sin
piedad", "su cita es mi sueldo", "beca x beca, cita x
cita". Mejor hagamos lo del buen carlos cerda y
llamemos por la noche a los 4 o 5 grandes escritores (ayer murió pérez, bendecido por una gloria sin poder, traspasado por
la microutopía de la belleza, ruega por nosotros y este laberinto de circos y
putas), llamémoslos no por cobro revertido y sin auspicio del fondart, para
decirles al oído: "sigue, no le creas al people meter, el meter pueblo, un
día seremos leyenda, que hicimos nuestro oficio, el más oscuro de todos o que
intentamos hacerlo, herederos abintestatos de los ratalplanes
trololós, échate al hombro tanto sucio silencio y métele
mano a esa chica de la esquina", "¿transpiración o
inspiración?", para mí, cerveza escudo o kunstmann negra,
con un par de hoyuelos en las mejillas después de mis tintos chistes, media
docena de preguntas sin respuesta y cicatrices en el bolsillo. Mi hija me
preguntará y yo le responderé, o que intentamos hacerlo, celebrando junto a una
gran mesa, una mesa cada vez más grande, llena de oficinistas con traje de
multitienda, peluconas rojas de vela y sandalia y disciplinados anarkistas, que
todo un dios nos espera en una fuente de soda sin soda, para llorar a mares lo
que han hecho sus encargados de marketing, y recordarnos que en telechile la
historia es un caro hobby de aristócratas, la propaganda del olvido. Por
mientras, hablemos de política y religión en la cama, bebamos la espalda del
sexo en las oficinas, que se duerman las metáforas y los chóferes de micro, que
despierten de Rokha,Teillier & Edwards Bello, embriagados por un vino innombrable,
bailemos hasta el amanecer, escuchemos la radio concierto, leamos los quemados libros de Quimantú, citemos a ally mc beal,
que vuelva "caiga quien
caiga"(versión argentina) y dejémonos de verdades y
prefiramos mentiras bien contadas, elijamos los callejones con olor a orina y
pavimento roto, a las grandes avenidas y sus discursos, el blanco chardonnay al
tinto de los asados, la torpe modorra de un verano a las tres treinta pm a la
romántica noche lluviosa, que nos dé lata y que nadie nos devuelva el saludo,
que no podamos borrar los tatuajes con nombres de ex sino a punta de besos
hirvientes, que los economistas digan no sé, que los curas digan yo fui, que los
rockeros digan adiós, que el mapocho nos sea leve.
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