Hoy, la teleserie "Alguien por quien vivir"
Por un lado estaban los Sonnenberg, una familia de clase
acomodada, cuya madre es una viuda con dos hijastros ya adultos (había una
insinuación seudo incestuosa entre uno de ellos y Silvia Santelices). Sus
problemas, del tipo "los ricos tambien lloran", eran cero
comunicación y amor, y por conveniencia simular una felicidad que no existía y
que escondía un fondo de rencor, egoísmo, envidia y celos.
Estaban también los Filippi, de ideas, costumbres y moral conservadora y estable (¿"la gran familia chilena"?). Una de las hijas estudiaba en la universidad y la otra trabajaba en una gran empresa como oficinista. El padre, viudo desde hace muchos años, tiene interés en una señora a la que visita a escondidas, ya que desea que sean sus hijas las que se casen antes de que él rehaga su vida.
Por último figuran los Elizalde, sencillos, agradables y con una vida plena de armonía, pese a su estrechez económica y a algunos desajustes propios de la juventud de los hijos.
Estaban también los Filippi, de ideas, costumbres y moral conservadora y estable (¿"la gran familia chilena"?). Una de las hijas estudiaba en la universidad y la otra trabajaba en una gran empresa como oficinista. El padre, viudo desde hace muchos años, tiene interés en una señora a la que visita a escondidas, ya que desea que sean sus hijas las que se casen antes de que él rehaga su vida.
Por último figuran los Elizalde, sencillos, agradables y con una vida plena de armonía, pese a su estrechez económica y a algunos desajustes propios de la juventud de los hijos.
Eso sería. Lo demás, lo típico de la época: el mismo living estrecho que se suponía era de la familia rica, las parejas Achurra-Viveros, Kliche-Munchmayer, García-Huidobro mucho más flaco(era una joven promesa), y unas cosas muy freak: la instructora de un instituto de ciegos, cuya crueldad no se compadece con su profesión; y la cuarentona que no se conforma con su juventud perdida y que vive entre frascos de crema de belleza y estados depresivos, etc.
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