Las escarpadas costas del corazón
(Poética)
(Poética)
Ignoramos el por qué las cosas nos buscan ávidas por convertirse
en símbolos.
Hay quienes han vislumbrado en la historia universal el desarrollo de diversas
metáforas. Otros, tal vez con mayor justicia, han conjeturado que el ser humano
no soporta demasiada realidad, postulando la poesía, con su vertiginosa
capacidad lingüística, como una suerte de gozoso exilio. Es problable que las
palabras, como arbitrario repertorio de signos que son, sólo sirvan para la
estética y no para la búsqueda de la verdad. Aun así el poeta, como bien
afirmaba Paul Celan, es quien arroja al mar un mensaje en una botella, con la
secreta esperanza de que algún día las olas lo empujen a tierra, "a las
escarpadas costas del corazón".
... Los lenguajes de la naturaleza son
múltiples; la poesía, como lenguaje esencialmente humano, como puesta en juego
de la imaginación, impulsada por un fervor misterioso y desconcertante que nos
impulsa a escribir como si se tratara de una necesidad fatal, busca aspirar a
esos otros lenguajes, apropiárselos y descifrarlos con una mirada auroral y
perpleja, buscando el desencadenamiento simultáneo de todas sus fuerzas
simbólicas.
Hay quienes han vislumbrado en la historia universal el desarrollo de diversas
metáforas. Otros, tal vez con mayor justicia, han conjeturado que el ser humano
no soporta demasiada realidad, postulando la poesía, con su vertiginosa
capacidad lingüística, como una suerte de gozoso exilio. Es problable que las
palabras, como arbitrario repertorio de signos que son, sólo sirvan para la
estética y no para la búsqueda de la verdad. Aun así el poeta, como bien
afirmaba Paul Celan, es quien arroja al mar un mensaje en una botella, con la
secreta esperanza de que algún día las olas lo empujen a tierra, "a las
escarpadas costas del corazón".
... Los lenguajes de la naturaleza son
múltiples; la poesía, como lenguaje esencialmente humano, como puesta en juego
de la imaginación, impulsada por un fervor misterioso y desconcertante que nos
impulsa a escribir como si se tratara de una necesidad fatal, busca aspirar a
esos otros lenguajes, apropiárselos y descifrarlos con una mirada auroral y
perpleja, buscando el desencadenamiento simultáneo de todas sus fuerzas
simbólicas.
Armando Roa, nació en Valparaíso en 1966. Es ensayista, traductor,
antologador, narrador. Estudió Leyes en la Universidad Diego Portales de
Santiago recibiéndose de abogado en 1991.Estudió chelo, armonía, contrapunto.
Admirador de la literatura inglesa y norteamericana, su obra ha sido recopilada
en antologías y revistas nacionales y extranjeras. Ganador del Premio Pablo
Neruda y el Premio Nacional de la Critica en Poesía. Actualmente desempeña la
docencia en la Universidad Finis Terrae
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