""Por qué es preferible ser liberal que católico", se llamaba una conferencia que dictó tiempo atrás el abogado y profesor universitario Antonio Bascuñán. El suyo es un testimonio de la tensión entre una convicción política liberal y el credo religioso cristiano. Sometimos a Bascuñán a las llamadas disyuntivas valóricas de moda, sobre todo en la contienda presidencial: uniones civiles homosexuales, aborto terapéutico y píldora del día después. Él prefiere hablar de temas de moral social sexual, porque lo otro -dice- "es una invención de obispos y periodistas". Su mirada de por qué nuestra sociedad no ha podido resolver esos temas apunta a la incapacidad del mundo político de leer adecuadamente lo que su público demanda y también a la injerencia de lo que él llama el magisterio católico. -Respecto de la píldora del día después, vivimos un eterno déjà vu. ¿Por qué? -El tema de la píldora ya lo habíamos resuelto cuando en los sesenta el Estado estableció una polít...