Ir al contenido principal

Orrego vs. MEO: "Gobernar no significa sacar aplausos como en un reality"


Con una reunión de planificación de campaña -con todos los alcaldes de la Concertación en la Región Metropolitana en el Círculo Español-, Claudio Orrego, integrante del llamado grupo de "Los Príncipes" de la DC, inauguró su integración al comando de Eduardo Frei. Y lo hizo justo el día en que Marco Enríquez-Ominami renunció al PS para competir en la presidencial.

-¿Esa opción es un éxocet para Frei?
"Es una tremenda señal de alerta para la Concertación. No obstante, aunque Marco ha logrado estructurar el desencanto, para ganar requiere más que eso: requiere equipo, proyecto y capacidad de gobierno, y eso lo tiene Frei".

-¿Ustedes no tuvieron los "cojones" para hacer la renovación, como lo dijo Jorge Navarrete?
"Muchos hemos demostrado tener más que "cojones" y bien puestos, no sólo en dictadura, sino que también en democracia. Por eso, en 2004 con Alberto Undurraga fuimos a recuperar comunas que todo el mundo daba por perdidas. Todos querían sandías caladas, nosotros no, queríamos peleas difíciles. Fuimos y las ganamos. Entonces, no confundamos falta de coraje con responsabilidad y proyecto colectivo. No estamos dispuestos a romper nuestros partidos y la Concertación por la renovación, aunque sí creemos que ésta es urgente".

-Hasta ahora no les ha resultado.
"En la Concertación y en los partidos hay un tapón brutal y los tapones no salen por voluntad del que los puso. No es un camino fácil. Los partidos no quieren ver lo que está pasando. En la DC los alcaldes fuimos vetados para integrar la mesa. Es decir, ¡miopía absoluta!"

-Y se replegaron tranquilos. "¡Nooo! Nada de tranquilitos ni de calladitos. Aquí hay mucha tela que cortar y estos no son 100 metros planos, esto es un maratón. ¡Cómo es posible que los nombres que estamos proponiendo para esta parlamentaria sean los mismos del 64! Le tengo un tremendo cariño a Andrés Zaldívar, pero cuando la DC lo pone como candidato es que no ha sido capaz de escuchar lo que está diciendo el país. Pero, ¡ojo!, lo decimos dentro. No nos taimamos, enojamos ni tiramos el mantel".

-¿Marco está tirando el mantel? "Por cierto, y yo tengo un camino distinto. La nueva Concertación no surge desde fuera, sino que desde dentro. La pregunta es: ¿cuál fue la nueva política de Marco en estos cuatro años que fue parlamentario?".

-¿Lo van a sacar al pizarrón? "Marco Enríquez-Ominami tiene que mostrar con hechos qué ha hecho, cuáles son los proyectos de ley nuevos que ha presentado. Si gobernar no significa sacar aplausos como en un reality, gobernar significa tomar decisiones, muchas veces duras, y en eso Frei tiene ventaja". -Pero no representa la renovación. "Sin embargo, ha sido el primero en dar esas señales. No hay que olvidar que uno de los jefes programáticos es Óscar Landerretche; que el coordinador es Sebastián Bowen y ahora me llama a mí, aunque sabe que hay mucha gente que no me quiere".

-Harto tarde lo llamó. Lo hizo recién el viernes 5 de junio.
"Más vale tarde que nunca".

-Las críticas al comando desde los partidos son fuertes.
"Y yo no me voy a sumar al coro de los lamentos. Gente negativa en este país en un año de crisis, sobra".

-¿Cómo se ha comportado la Concertación con Frei? "Mal. Lo que le pido a la Concertación es que acompañe a Frei, que no lo torpedee. Frei ha sido generoso y la deuda pendiente está en los partidos".

-¿Marco Enríquez-Ominami debiera apoyar a Frei en una segunda vuelta?
"Espero que lo haga".

-¿Y al revés? "No creo que Frei no pase". "La pregunta es: ¿cuál fue la nueva política de Marco en estos cuatro años que fue parlamentario? (...) Tiene que mostrar con hechos qué ha hecho, cuáles son los proyectos de ley nuevos que ha presentado". "No confundamos falta de coraje con responsabilidad y proyecto colectivo. No estamos dispuestos a romper nuestros partidos y la Concertación por la renovación, aunque sí creemos que ésta es urgente".

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Nuevo Coloso, de Benjamin Sachs

"Como todos los lectores saben, El nuevo coloso es una novela histórica, un libro meticulosamente documentado situado en América entre 1876 y 1890 y basado en hechos reales. La mayoría de los personajes son seres que vivieron realmente en esa época, e incluso cuando los personajes son imaginarios, no son tanto inventos como préstamos, figuras robadas de las páginas de otras novelas. Por lo demás, todos los hechos son verdaderos -verdaderos en el sentido de que siguen el hilo de la historia- y en aquellos lugares en los que eso no queda claro, no hay ninguna manipulación de las leyes de la probabilidad. Todo parece verosímil, real, incluso banal por lo preciso de su descripción, y sin embargo Sachs sorprende al lector continuamente, mezclando tantos géneros y estilos para contar su historia que el libro empieza a parecer una máquina de juego, un fabuloso artefacto con luces parpadeantes y noventa y ocho efectos sonoros diferentes. De capítulo en capítulo, va saltando de la narració...

Una oración muy muy larga o Aquí no hay punto aparte?

La columna es del NYT: "“No book worth its salt is meant to put you to sleep,” says the garrulous shoemaker who narrates the Czech novelist Bohumil Hrabal’s “Dancing Lessons for the Advanced in Age” (1964), “it’s meant to make you jump out of bed in your underwear and run and beat the author’s brains out.” Thirty-three pages into what appears to be an unbroken highway of text, the reader might well wonder if that’s a mission statement or an invitation. “Dancing Lessons” unfurls as a single, sometimes maddening sentence that ends after 117 pages without a period, giving the impression that the opinionated, randy old cobbler will go on jawing ad infinitum. But the gambit works. His exuberant ramblings gain a propulsion that would be lost if the comma splices were curbed, the phrases divided into sentences. And there’s something about that slab of wordage that carries the eye forward, promising an intensity simply unattainable by your regularly punctuated novel. Hrabal wasn’t th...

El Gran Santiago