Jueves 24 de Diciembre de 2009 Señor Director: El sábado pasado, en una entrevista en este diario, una mujer profesional sin pareja estable y al final de su edad reproductiva (40 años), hizo público su embarazo de seis meses, logrado con espermios de un donante. Si bien no conozco el caso en particular; esta compleja y difícil decisión parece haberla tomado luego de conversar con sus hermanas, con su padre, su madre y sus amistades. Descartó la alternativa de usar donantes conocidos que le ofrecieron sus espermios. La mujer tomó una decisión informada, educada, meditada y en plena conciencia. ¡Qué privilegio poder ejercer un acto de esta envergadura, en conciencia plena! En el mismo artículo, el obispo de San Bernardo, Ignacio González, condenó su proceder como “una práctica derechamente inmoral” e insistió más adelante que incluso si la inseminación con donante se realiza al interior del matrimonio, está “en contra del orden moral”. El obispo juzgó públicamente a una mujer, con nombre...