A Sanfeliú, Gómez, Cato, Forno y Fierro, entre otros
SOMOS TIPOS RUDOS PERO SENSIBLES
amamos el ojo del huracán y la paz de los templos
besamos como corruptos
lloramos como colegiales
bebemos el whisky frío de los caminos
y nos quedamos dormidos debajo de un árbol
con la belleza entre las piernas
(la encontramos dulce de noche salada en la mañana)
no tenemos lindas ideas pero leemos el corazón
besamos como corruptos
lloramos como colegiales
no somos la mayoría silenciosa o el relámpago
pero tampoco pero tampoco
Caminamos por las calles perdidas del centro
buscando a la Verdad o la Dignidad
sin embargo nos distraemos con un par de pechos,
con una frase bien hecha,
y nos vamos por esos oscuros pasajes.
Buscamos el grial en las fuentes de soda de plaza yungay.
Cuando alguna chica nos asusta le disparamos
poemas calibre 44 vía teléfono celular o le ofrecemos heridas nuevas en viejos moteles.
Le aplaudimos
le propinamos
le llevamos consuelo,
le traemos el vuelto,
le sacudimos,
le regateamos,
le volamos la raja,
le miramos de frente.
Besamos como corruptos,
lloramos colegiales.
Café con cigarrillos al despertar
una larga lista de cosas pendientes al terminar.
Hablamos de dios en la cama,
hablamos en la cama con dios.
Perdemos el crédito, la fama, el olvido.
y decimos pobres palabras
como te necesito o perdón.
También decimos gracias,
muchas gracias,
yo también los quiero.
estrada (2003), poema del libro no publicado "Lado b", ediciones beta pictoris.
SOMOS TIPOS RUDOS PERO SENSIBLES
amamos el ojo del huracán y la paz de los templos
besamos como corruptos
lloramos como colegiales
bebemos el whisky frío de los caminos
y nos quedamos dormidos debajo de un árbol
con la belleza entre las piernas
(la encontramos dulce de noche salada en la mañana)
no tenemos lindas ideas pero leemos el corazón
besamos como corruptos
lloramos como colegiales
no somos la mayoría silenciosa o el relámpago
pero tampoco pero tampoco
Caminamos por las calles perdidas del centro
buscando a la Verdad o la Dignidad
sin embargo nos distraemos con un par de pechos,
con una frase bien hecha,
y nos vamos por esos oscuros pasajes.
Buscamos el grial en las fuentes de soda de plaza yungay.
Cuando alguna chica nos asusta le disparamos
poemas calibre 44 vía teléfono celular o le ofrecemos heridas nuevas en viejos moteles.
Le aplaudimos
le propinamos
le llevamos consuelo,
le traemos el vuelto,
le sacudimos,
le regateamos,
le volamos la raja,
le miramos de frente.
Besamos como corruptos,
lloramos colegiales.
Café con cigarrillos al despertar
una larga lista de cosas pendientes al terminar.
Hablamos de dios en la cama,
hablamos en la cama con dios.
Perdemos el crédito, la fama, el olvido.
y decimos pobres palabras
como te necesito o perdón.
También decimos gracias,
muchas gracias,
yo también los quiero.
estrada (2003), poema del libro no publicado "Lado b", ediciones beta pictoris.
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