Esto viene tomado del blog de Dieguez, un impar argentino bastante notable:
Apocalipsís en el Paraíso.
Se me ocurre que a veces la realidad le da una excelente lección a un escritor de ficciones. Y lo digo por Michel Houellebecq y su novela Plataforma. Me lo imagino leyendo los diarios y pensando:Así, así tendría que haber terminado mi novela. Que el enemigo no sea el
hombre sino la naturaleza es aún mucho más pesimista, y yo soy un tipo
pesimista, o al menos eso es lo que quiero ser.Y yo pienso:
El final de Plataforma me dejó helado, incómodo por varios días. Esa incomodidad se desvaneció cuando entendí el artificio, cuando me di cuenta del pesimismo deliberado, de que toda la novela estaba construida para dejarnos helados e incómodos por varios días. Ahora leo los diarios y me doy cuenta de que la realidad es aún peor.Lean Plataforma y reescríbanle mentalmente el final. Así sí es una de las grandes novelas de este comienzo de siglo.
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