José Ignacio Cienfuegos (1762-1845) obispo independentista, que llegó a ser Presidente del Senado y delegado de Chile ante la Santa Sede, iba a ser honrado la semana pasada por el pueblo de Talca con la remodelación de un vetusto busto metálico.
Al descorrer la mano del alcalde Patricio Herrera el tupido velo se descubrió la traición. No era Cienfuegos, el obispo. Ni siquiera era un cura. Era un militar. Era un milico!
La familia Cienfuegos comunica al país que se declara en estado de alerta permanente.
Al descorrer la mano del alcalde Patricio Herrera el tupido velo se descubrió la traición. No era Cienfuegos, el obispo. Ni siquiera era un cura. Era un militar. Era un milico!
La familia Cienfuegos comunica al país que se declara en estado de alerta permanente.
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