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De Guol

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El presidente Bush firmó ayer una ley autorizando la construcción de un nuevo cerco de 1200 kilómetros a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos "un regalo preelección a su base conservadora blanca 'duros con la inmigración'", pero es uno que corre el riesgo de alienar a la creciente población latina de Estados Unidos y tensionar severamente las relaciones estadounidenses-mexicanas. La Ley del Muro es un producto relativamente magro de casi un año de debates difíciles sobre el creciente ejército de inmigrantes trabajadores de Estados Unidos, de los cuales entre 11 y 12 millones están en el país ilegalmente.

Comentarios

Anónimo dijo…
Gringos racistas

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