Ir al contenido principal

¿Ouién está en primera?



Un clásico

"ABBOTT: Extraño como parezca, hoy en día le dan a los jugadores nombres muy peculiares.
COSTELLO: ¿Nombres cómicos?
ABBOTT: Sobrenombres. Nombres de mascotas. Ahora, en el equipo de San Luis tenemos a Quien en primera, Cual en segunda y Yo no sé en tercera base.
COSTELLO: Eso es lo que yo quiero saber, yo quiero que me digas los nombres de los muchachos de equipo de San Luis.
ABBOTT: Te lo estoy diciendo: Quien está en la primera base, Cual en la segunda y Yo no sé en la tercera base.
COSTELLO: ¿Sabes el nombre de los chicos?
ABBOTT: Si.
COSTELLO: Bueno, entonces, ¿quíén juega primero?
ABBOTT: Si.
COSTELLO: Ouiero decir, ¿el nombre del chico en la primera base?
ABBOTT: Quien.
COSTELLO: El chico que juega la primera base para el San Luis.
ABBOTT: Quien.
COSTELLO: El chico que juega la primera base para el San Luis.
ABBOTT: Quien.
COSTELLO: El muchacho de la primera base.
ABBOTT: Quien está en la primera.
COSTELLO: Entonces, ¿porqué estás preguntándome a mi?
ABBOTT: Yo no te estoy preguntando a ti, yo te estoy diciendo Quien está en la primera.
COSTELLO: Yo te estoy preguntando a ti ¿quién está en la primera?
ABBOTT: Ese es el nombre del tipo!
COSTELLO: ¿Ese es el nombre de quien?
ABBOTT: Si.
COSTELLO: Entonces, continua y dima!
ABBOTT: Quien!
COSTELLO: El chico de la primera.
ABBOTT: Quien!
COSTELLO: El hombre de la primera base!
ABBOTT: Quien está en la primera base!
COSTELLO: ¿Tienes un hombre en primera base?
ABBOTT: Por supuesto!
COSTELLO: Entonces, ¿quien juega en la primera base?
ABBOTT: Absolutamente!
COSTELLO: ¿Cuando le pagas al primera base cada mes, quien recibe el dinero?
ABBOTT: Cada dólar! Y porqué no! El hombre tiene derecho a ello."

Comentarios

nadie dijo…
G R A C I A S
que maravilla de tardes solitarias en medio de la semana, risa a montones

[anda avivando la nostalgia de domingo]
Rodrigo Pinto dijo…
Genial, Cienfuegos. Los gringos han hecho de este tipo de gags un subgénero del humor. Por si no lo conoces, pego éste, que circuló por las redes en 2002.

George (Bush): Condi! Nice to see you. What's happening?
Condi (Condolezza Rice): Sir, I have the report here about the new leader of China.
George: Great. Lay it on me.
Condi: Hu is the new leader of China.
George: That's what I want to know.
Condi: That's what I'm telling you.
George: That's what I'm asking you. Who is the new leader of China?
Condi: Yes.
George: I mean the fellow's name.
Condi: Hu.
George: The guy in China.
Condi: Hu.
George: The new leader of China.
Condi: Hu.
George: The Chinaman!
Condi: Hu is leading China.
George: Now whaddya' asking me for?
Condi: I'm telling you Hu is leading China.
George: Well, I'm asking you. Who is leading China?
Condi: That's the man's name.
George: That's who's name?
Condi: Yes.
George: Will you or will you not tell me the name of the new leader of China?
Condi: Yes, sir.
George: Yassir? Yassir Arafat is in China? I thought he was in the Middle East.
Condi: That's correct.
George: Then who is in China?
Condi: Yes, sir.
George: Yassir is in China?
Condi: No, sir.
George: Then who is?
Condi: Yes, sir.
George: Yassir?
Condi: No, sir.
George: Look, Condi. I need to know the name of the new leader of China. Get me the Secretary General of the U.N. on the phone.
Condi: Kofi?
George: No, thanks.
Condi: You want Kofi?
George: No.
Condi: You don't want Kofi.
George: No. But now that you mention it, I could use a glass of milk. And then get me the U.N.
Condi: Yes, sir.
George: Not Yassir! The guy at the U.N.
Condi: Kofi?
George: Milk! Will you please make the call?
Condi: And call who?
George: Who is the guy at the U.N?
Condi: Hu is the guy in China.
George: Will you stay out of China?!
Condi: Yes, sir.
George: And stay out of the Middle East! Just get me the guy at the U.N.
Condi: Kofi.
George: All right! With cream and two sugars. Now get on the phone.

Condi picks up the phone.)

Condi: Rice, here.
George: Rice? Good idea. And a couple of egg rolls, too. Maybe we should send some to the guy in China. And the Middle East. Can you get Chinese food in the Middle East?
nadie dijo…
jajajajajajajajjajajajjaja
Jorge Cerda dijo…
Desde pequeño fui tevito y recuerdo muy bien esa pelicula....que recuerdo de esas largas tardes de verano viendo television en blanco y negro .

Gracias por el recuerdo
Anónimo dijo…
genial rodrigo, genial!
nadie dijo…
cuando te vi hoy a medio día sabía que había algo que te tenía que decir, pensé que tenía que ver con la comisión y no!!! era esto!!!! que buena, insisto, es de lo mejor...

Entradas más populares de este blog

El Nuevo Coloso, de Benjamin Sachs

"Como todos los lectores saben, El nuevo coloso es una novela histórica, un libro meticulosamente documentado situado en América entre 1876 y 1890 y basado en hechos reales. La mayoría de los personajes son seres que vivieron realmente en esa época, e incluso cuando los personajes son imaginarios, no son tanto inventos como préstamos, figuras robadas de las páginas de otras novelas. Por lo demás, todos los hechos son verdaderos -verdaderos en el sentido de que siguen el hilo de la historia- y en aquellos lugares en los que eso no queda claro, no hay ninguna manipulación de las leyes de la probabilidad. Todo parece verosímil, real, incluso banal por lo preciso de su descripción, y sin embargo Sachs sorprende al lector continuamente, mezclando tantos géneros y estilos para contar su historia que el libro empieza a parecer una máquina de juego, un fabuloso artefacto con luces parpadeantes y noventa y ocho efectos sonoros diferentes. De capítulo en capítulo, va saltando de la narració...

Una oración muy muy larga o Aquí no hay punto aparte?

La columna es del NYT: "“No book worth its salt is meant to put you to sleep,” says the garrulous shoemaker who narrates the Czech novelist Bohumil Hrabal’s “Dancing Lessons for the Advanced in Age” (1964), “it’s meant to make you jump out of bed in your underwear and run and beat the author’s brains out.” Thirty-three pages into what appears to be an unbroken highway of text, the reader might well wonder if that’s a mission statement or an invitation. “Dancing Lessons” unfurls as a single, sometimes maddening sentence that ends after 117 pages without a period, giving the impression that the opinionated, randy old cobbler will go on jawing ad infinitum. But the gambit works. His exuberant ramblings gain a propulsion that would be lost if the comma splices were curbed, the phrases divided into sentences. And there’s something about that slab of wordage that carries the eye forward, promising an intensity simply unattainable by your regularly punctuated novel. Hrabal wasn’t th...

El Gran Santiago