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sólo para fans

¡qué tipos estos!!

"Exámenes
Ante cualquier tipo de examen físico, no sé porqué, siempre soy competitivo. ¿Recuerdan cuando estaban en la escuela y les hacían esos estudios de audición? Y realmente se esforzaban por oír, ¿no? Yo quería ser insuperable en el test de audición. Quería que vinieran luego del exámen y me dijeran "Pensamos que tienes algo cercano a una superaudición. Lo que oíste fue una bola de algodón tocando una superficie de papel a 1 kilómetro de aquí. Vamos a reenviar los resultados a Washington, nos gustaría que conozcas al Presidente."

"Familia
¿Por qué la gente en la oficina tiene fotos de su familia sobre el escritorio? ¿Tienen miedo de olvidarse de que están casados? Acaso se dicen a si mismos: "Bueno, son las 5, es hora de ir a un bar y pagarle a un par de prostitutas. No, espera... mira esa foto. Tengo una mujer e hijos. ¡Me había olvidado! Mejor me voy a casa."

"Relaciones
Para mi la mejor parte de una relación es cuando estás enfermo. Y el mejor momento para enfermarse es cuando estás en pareja. Si me voy a casar, Uds. saben, esas frases "en la riqueza y la pobreza, en la prosperidad y la adversidad...". Todo lo que necesito es la parte de la enfermedad. Eso es para mi lo mas importante "¿Aceptas a este hombre en la enfermedad?" El resto del tiempo te puedes ir, hacer lo que quieras, pero si me resfrío, es mejor que estés conmigo!"

"Lluvia
Tengo una casaca de cuero que se arruinó con la lluvia. ¿Por que la lluvia arruina el cuero? ¿No están las vacas al aire libre todo el tiempo? Cuando llueve, le dicen las vacas al granjero" ¡déjennos entrar somos de cuero! ¡Abran la puerta! ¡Nos arruinaremos todo el vestido! ¡Es cuero, soy toda de cuero, no lo puedo enviar a lavar, es lo único que tengo!"

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El Nuevo Coloso, de Benjamin Sachs

"Como todos los lectores saben, El nuevo coloso es una novela histórica, un libro meticulosamente documentado situado en América entre 1876 y 1890 y basado en hechos reales. La mayoría de los personajes son seres que vivieron realmente en esa época, e incluso cuando los personajes son imaginarios, no son tanto inventos como préstamos, figuras robadas de las páginas de otras novelas. Por lo demás, todos los hechos son verdaderos -verdaderos en el sentido de que siguen el hilo de la historia- y en aquellos lugares en los que eso no queda claro, no hay ninguna manipulación de las leyes de la probabilidad. Todo parece verosímil, real, incluso banal por lo preciso de su descripción, y sin embargo Sachs sorprende al lector continuamente, mezclando tantos géneros y estilos para contar su historia que el libro empieza a parecer una máquina de juego, un fabuloso artefacto con luces parpadeantes y noventa y ocho efectos sonoros diferentes. De capítulo en capítulo, va saltando de la narració

Tony Montana

  "¿Qué miran? Son todos unos imbéciles. ¿Saben por qué? No tienen los huevos para ser lo que quieren ser. Necesitan gente como yo. Necesitan gente como yo para poder señalarla con sus putos dedos y decir 'ese es el malo'. ¿Y eso qué los hace? ¿Buenos? Ustedes no son buenos. Sólo saben cómo esconderse, cómo mentir. Yo no tengo ese problema. Yo siempre digo la verdad... incluso cuando miento." Tony Montana,  Scarface  (1983)

Una oración muy muy larga o Aquí no hay punto aparte?

La columna es del NYT: "“No book worth its salt is meant to put you to sleep,” says the garrulous shoemaker who narrates the Czech novelist Bohumil Hrabal’s “Dancing Lessons for the Advanced in Age” (1964), “it’s meant to make you jump out of bed in your underwear and run and beat the author’s brains out.” Thirty-three pages into what appears to be an unbroken highway of text, the reader might well wonder if that’s a mission statement or an invitation. “Dancing Lessons” unfurls as a single, sometimes maddening sentence that ends after 117 pages without a period, giving the impression that the opinionated, randy old cobbler will go on jawing ad infinitum. But the gambit works. His exuberant ramblings gain a propulsion that would be lost if the comma splices were curbed, the phrases divided into sentences. And there’s something about that slab of wordage that carries the eye forward, promising an intensity simply unattainable by your regularly punctuated novel. Hrabal wasn’t th