Ir al contenido principal

Bachelet 53,51

Disculpen el ojo para el cálculo, me equivoqué en 0,09


La foto es del artículo del New York Times que éstá titulando así su nota.
Chile Elects Its First Female President

Comentarios

Anónimo dijo…
No sé bien còmo interpretar la senasación que me produce el tremendo resultado de ayer, un poco contagiada del mega ambiente cívico que produce ser presidenta de mesa... primero, alegría porque no salió Piñera, un poco como decir que hay algo que no se pueda comprar y que el voto "yo también me quiero comprar un helicóptero y una isla" que se llama aspiracional, creo, no fue tanto como en algùn minuto pensé. Esa sensación se parece al alivio + un poquito de reivindicación, como ganarle un gallito al futre.
Otra cosa es que le tengo fe a este gobierno nuevo, a pesar de la cara de espanto de algunos por la "falta de contenido" que le achacan. me gusta esa cosa que es como de la guata, del corazón, espontánea y no esa empatìa estudiada de Lavín, como si por decir "cachai" u "ossssea", se ganó el corazón del pueblo (me tiene chata "la gente").
Me parece eso de que mucha gente hable de La Michelle, sin ningún ánimo de echársela al bolsillo, sino un poco de decir que es de los nuestros: que sintió los balazos para las protestas, que pasó miedo, que va a reuniones de apoderados, que salió primera en su promoción de la academia de estudios políticos y estratégicos. Que por esat apuesta vale la pena caminar mucho o hacer el tremendo esfuerzo por llegar a votar.
Que se puede (parafraseando a Piñera) ser ministra de defensa y decidir el menú de la semana en la casa. Que tener el festival de pergaminos no implica tener más brillo...
Me gusta esto, me alegra, se me paraban los pelos ayer de ver mujeres de distintas edades y bolsillos pagar luca y "terciarse" una banda tricolor.
Y a Ud Joven Cienfuegos?
¿Qué le parece?
nadie dijo…
te pasaaaaaaaaste cienfuegos

jajajajajajajjajaajajaja


(oye paz, el mismísimo comentario ¡¡¡así no se vale!!!)
Anónimo dijo…
uyuyuy, ilusiones concertacionistas, a 16 años de administración del neoliberalismo, ¿por qué?
blogworkorange dijo…
Ojalá lo haga bien.
Roscoe dijo…
Espero lo mismo que Alexander de Large allá arriba
SERGINHO® dijo…
jajaja que buen ojo¡¡

juega un loto o algo asi..

cuiudate¡

Entradas más populares de este blog

El Nuevo Coloso, de Benjamin Sachs

"Como todos los lectores saben, El nuevo coloso es una novela histórica, un libro meticulosamente documentado situado en América entre 1876 y 1890 y basado en hechos reales. La mayoría de los personajes son seres que vivieron realmente en esa época, e incluso cuando los personajes son imaginarios, no son tanto inventos como préstamos, figuras robadas de las páginas de otras novelas. Por lo demás, todos los hechos son verdaderos -verdaderos en el sentido de que siguen el hilo de la historia- y en aquellos lugares en los que eso no queda claro, no hay ninguna manipulación de las leyes de la probabilidad. Todo parece verosímil, real, incluso banal por lo preciso de su descripción, y sin embargo Sachs sorprende al lector continuamente, mezclando tantos géneros y estilos para contar su historia que el libro empieza a parecer una máquina de juego, un fabuloso artefacto con luces parpadeantes y noventa y ocho efectos sonoros diferentes. De capítulo en capítulo, va saltando de la narració

Tony Montana

  "¿Qué miran? Son todos unos imbéciles. ¿Saben por qué? No tienen los huevos para ser lo que quieren ser. Necesitan gente como yo. Necesitan gente como yo para poder señalarla con sus putos dedos y decir 'ese es el malo'. ¿Y eso qué los hace? ¿Buenos? Ustedes no son buenos. Sólo saben cómo esconderse, cómo mentir. Yo no tengo ese problema. Yo siempre digo la verdad... incluso cuando miento." Tony Montana,  Scarface  (1983)

Una oración muy muy larga o Aquí no hay punto aparte?

La columna es del NYT: "“No book worth its salt is meant to put you to sleep,” says the garrulous shoemaker who narrates the Czech novelist Bohumil Hrabal’s “Dancing Lessons for the Advanced in Age” (1964), “it’s meant to make you jump out of bed in your underwear and run and beat the author’s brains out.” Thirty-three pages into what appears to be an unbroken highway of text, the reader might well wonder if that’s a mission statement or an invitation. “Dancing Lessons” unfurls as a single, sometimes maddening sentence that ends after 117 pages without a period, giving the impression that the opinionated, randy old cobbler will go on jawing ad infinitum. But the gambit works. His exuberant ramblings gain a propulsion that would be lost if the comma splices were curbed, the phrases divided into sentences. And there’s something about that slab of wordage that carries the eye forward, promising an intensity simply unattainable by your regularly punctuated novel. Hrabal wasn’t th