En estos tiempos de escritores made in revista paula y/o zona de
contacto, y cuando no hay secreto ni misterio que dure más de un par de días,
vale la pena recordar a B Traven.
Traven. Muy poco a su respecto es seguro: Murió en Ciudad de México, quizá a los 87 años, el glorioso año de 1969 y sus cenizas fueron esparcidas sobre el río Jataté en Chiapas. Autor de una numerosa obra, enre la que destaca "El Tesoro de la Sierra Madre", que fue llevada al cine por John Houston en sociedad con San Boogie. La leyenda dice que era el novelista favorito de Einstein. Nunca dió una entrevista, nunca se dejo fotografiar, (salvo la huidiza imagen que alguien encontró y que encabeza este post), nunca apareció en la portada de la Revista de Libros ni en el New Yorker. Pero pudo.
Se dijo que era Jack London, el presidente López Mateos,un editor alemán, un negro fugitivo, un millonario norteamericano,etc.
Alias que usó: Hal Croves, Bruno Traven, Berick Traven, Traven Torsvan Croves, Traven Torsvan, Barker, Rexarut, Heinrich Otto Becker, etc.
Editorial Quimantú editó 50.000 ejemplares de su estupenda La Rebelión de los Colgados.
Con el nombre de Hal Croves se hizo pasar por agente de sí mismo y llegó a engañar al mismísimo John Huston. El director de cine lo cuenta en sus memorias. Según Houston, una vez escrito el guión de la película El tesoro de Sierra Madre, se lo mandó a Traven y este le respondió con una carta extensa donde le daba algunas indicaciones respecto a la iluminación, ángulos de cámara y decorados. El director, ansioso por conocer al secreto personaje, fue a reunirse con él en México. Habían quedado en un hotel, pero Huston todavía tuvo que aguardar una semana para encontrarse con un extraño tipo que se hacía llamar Hal Croves y que decía ser traductor. Este le mostró a Huston una carta de B. Traven. En ella este le contaba que estaba enfermo y que, por lo mismo, no había podido acudir a la cita, pero que Hal Croves, allí presente, era íntimo suyo y se conocía su obra de memoria, por lo que lo autorizaba para responder ante cualquier consulta que se le hiciera. Y así estuvo el tal Croves revisando el rodaje de la película y colaborando activamente durante dos semanas. Una vez acabado el film, Huston se dio cuenta de quién era el verdadero Croves. Pero ya era tarde y B. Traven se había esfumado.
Dejo viuda y ella colaboró cuanto pudo con el biógrafo Jonah Raskin durante todo un año, al cabo del cual Raskin no sólo estaba más perdido sino que, facilitado el acceso a las pertenencias de Traven, se vestía con su ropa, se ponía sus lentes y acabó abandonando el proyecto para relatar su búsqueda.
Se suele citar una frase de 1926 de Traven: "La única verdadera defensa del hombre civilizado contra quienes lo agobian es mentir."
Traven. Muy poco a su respecto es seguro: Murió en Ciudad de México, quizá a los 87 años, el glorioso año de 1969 y sus cenizas fueron esparcidas sobre el río Jataté en Chiapas. Autor de una numerosa obra, enre la que destaca "El Tesoro de la Sierra Madre", que fue llevada al cine por John Houston en sociedad con San Boogie. La leyenda dice que era el novelista favorito de Einstein. Nunca dió una entrevista, nunca se dejo fotografiar, (salvo la huidiza imagen que alguien encontró y que encabeza este post), nunca apareció en la portada de la Revista de Libros ni en el New Yorker. Pero pudo.
Se dijo que era Jack London, el presidente López Mateos,un editor alemán, un negro fugitivo, un millonario norteamericano,etc.
Alias que usó: Hal Croves, Bruno Traven, Berick Traven, Traven Torsvan Croves, Traven Torsvan, Barker, Rexarut, Heinrich Otto Becker, etc.
Editorial Quimantú editó 50.000 ejemplares de su estupenda La Rebelión de los Colgados.
Con el nombre de Hal Croves se hizo pasar por agente de sí mismo y llegó a engañar al mismísimo John Huston. El director de cine lo cuenta en sus memorias. Según Houston, una vez escrito el guión de la película El tesoro de Sierra Madre, se lo mandó a Traven y este le respondió con una carta extensa donde le daba algunas indicaciones respecto a la iluminación, ángulos de cámara y decorados. El director, ansioso por conocer al secreto personaje, fue a reunirse con él en México. Habían quedado en un hotel, pero Huston todavía tuvo que aguardar una semana para encontrarse con un extraño tipo que se hacía llamar Hal Croves y que decía ser traductor. Este le mostró a Huston una carta de B. Traven. En ella este le contaba que estaba enfermo y que, por lo mismo, no había podido acudir a la cita, pero que Hal Croves, allí presente, era íntimo suyo y se conocía su obra de memoria, por lo que lo autorizaba para responder ante cualquier consulta que se le hiciera. Y así estuvo el tal Croves revisando el rodaje de la película y colaborando activamente durante dos semanas. Una vez acabado el film, Huston se dio cuenta de quién era el verdadero Croves. Pero ya era tarde y B. Traven se había esfumado.
Dejo viuda y ella colaboró cuanto pudo con el biógrafo Jonah Raskin durante todo un año, al cabo del cual Raskin no sólo estaba más perdido sino que, facilitado el acceso a las pertenencias de Traven, se vestía con su ropa, se ponía sus lentes y acabó abandonando el proyecto para relatar su búsqueda.
Se suele citar una frase de 1926 de Traven: "La única verdadera defensa del hombre civilizado contra quienes lo agobian es mentir."
Comentarios