Ir al contenido principal

Visiones de Johanna, de Bob Dylan (traducción de Rodrigo Fresán)


¿No es propio de la noche confundirte cuando tratas de evitarlo?
Estamos equivocados, aunque nos esforcemos por negarlo
Y Louise sostiene un puñado de lluvia, tentándote para desafiarlo
Las luces parpadean en el loft de enfrente

En esta habitación la calefacción tose
La emisora de country suena suave
Pero no hay nada de nada que apagar
Sólo Louise y su amante entrelazados
Y estas visiones de Johanna que me asedian

En el solar donde las damas juegan a la gallina ciega con el llavero
Y las noctámbulas murmuran escapadas en el tren "D"
Podemos oír al sereno encender su linterna,
Preguntarse si es él o son ellas quien está loco
Louise está bien, tan sólo cerca
Es delicada y se parece al espejo
Pero deja perfectamente claro
Que Johanna no está aquí
El fantasma de la electricidad aúlla en sus huesos faciales
Donde estas visiones de Johanna ya ocupan mi lugar

El niñito extraviado se toma tan en serio
Se jacta de su desgracia, le gusta vivir al límite
Y cuando menciona el nombre de ella
Menciona un beso de adiós
Tiene arrestos ser tan inútil
Soltar nimiedades cuando estoy en el salón
¿Cómo lo explico?
Oh, es tan difícil seguir
Y estas visiones de Johanna, me desvelaron hasta el alba

Dentro de los museos, el Infinito va a juicio
Las voces repiten que a la postre así debería salvarse
Pero Mona Lisa debe haber sentido nostalgia de autopista
Se ve por el modo en que sonríe
Mira cómo se congela ese alhelí ancestral
Cuando las mujeres de rostro gelatinoso estornudan
Escucha a la bigotuda, "Jesús,
no puedo encontrar mis rodillas"
Oh, joyas y anteojos cuelgan de la cabeza de la mula
Pero estas visiones de Johanna, hacen que todo parezca tan cruel

El vendedor ambulante le habla a la condesa que finge preocuparse
Diciendo, "Nombra a alguien que no sea un parásito y saldré y rezaré por él"
Pero como Louise suele decir
"No puedes abarcar mucho, ¿verdad, tío?"
Y ella misma se prepara para él
Y Madonna sigue sin aparecer
Vemos que la jaula vacía se oxida
Donde su capa teatral ondeaba
El violinista se pone en camino
Escribe que se devolvió lo debido
En la parte trasera del camión de pescado que carga
Mientras mi conciencia estalla
Las armónicas tocan las llaves maestras y la lluvia
Y estas visiones de Johanna son lo único que queda.-

VISIONES DE JOHANNA.-
Anfitriona del, se dice, mejor verso en todo Dylan: "The ghost of 'lectricity howls in the bones of her face". Y también, junto a "Like a Rolling Stone" y "Tangled Up in Blue", habitual ganadora como mejor canción del hombre. Existen varias versiones (todas formidables; también variaciones acústicas de su gira ?66 en Biograph y en The Bootleg Series, Volume 4: Live 1966 The Royal Albert Hall ) porque Dylan no podía encontrar el tono justo de lo que en principio se tituló "Freeze Out" o "Seems Like a Freeze Out" y que -puede pensarse, las fechas de su composición coinciden- trata de un triángulo amoroso y del momento en que Dylan y Joan Baez rompieron y el momento en que Dylan y Sara Lownds se casaron. Y es exactamente el mismo momento. Así que quizá (atender a la tercera estrofa) por una vez Dylan esté pidiendo disculpas mientras escribe todo esto en una habitación del Chelsea Hotel, famoso -entre muchas otras cosas- por el ruido que hacían las cañerías de la calefacción que no dejaban dormir a los huéspedes.
En un artículo de Tom Doyle publicado en la revista inglesa Q se lee:
"A Dylan le atormentaba la interpretación literal de sus letras que hacían tanto críticos como fans, que las tomaban como si se tratase de confesiones autobiográficas. Aunque puede que esta percepción fuera algo cierta en lo que a Visions of Johanna se refiere." No en vano, desde 1965 Dylan había mantenido relaciones paralelas con Sara Lownds y Joan Baez. "Al final, Sara y yo nos hicimos amigas, explica Joan Baez, y nos pusimos a hablar durante horas de los tiempos en que el vagabundo primigenio jugaba a dos bandas con nosotras". Al Kooper, por su parte, recuerda cuando la esposa de Dylan se presentó en el estudio de Nashville y le hicieron escuchar la canción: "Se apareció ahí una tarde y él puso "Visions of Johanna". Ella dijo: 'Esto es bastante fuerte'". El mismo Dylan, lateralmente, apoyó esta última idea sin comprometerse demasiado cuando, en un concierto de su gira por Inglaterra, la presentó así: "Esta canción es el típico exponente de lo que los medios británicos consideraran una canción sobre las drogas. Pero no lo es. No lo digo para defenderme o algo por el estilo, no es tan sólo una canción sobre las drogas. Es muy vulgar pensar que lo es". Y agregó: "Estoy cansado de la gente que pregunta qué significa. ¿Qué significa? No significa nada."
Mención aparte merecen los músicos que, con delicadeza sobrenatural (ese toque mágico de platillos casi zen), parecen acompañar cada palabra y fraseo de Dylan. Siguiéndolo y acompañándolo al mismo tiempo.
Dijo Robyn Hitchcock: "¿Es sobre Joan Baez? ¿Es sobre Edie Sedgwick? ¿Es sobre Nico? ¿Quién sabe? Yo sólo sé que cuando la escuché por primera vez en mi adolescencia, la letra y la música resumían a la perfección el sitio donde yo quería estar. Nunca volví a ser el mismo". "Cada una de las palabras significa tanto para mí cada vez que la canto. Es una de las que continúa siendo importante. Tal vez sea más importante ahora que nunca", comentó Dylan hace poco. Tiempo después, los siempre serviciales Rolling Stones reproducirían los versos que hablan de joyas y binoculares colgando de la cabeza del mulo para la carátula de su Get Yer Ya Ya?s Out. En el último verso "esas ¿skeleton keys' pueden entenderse tanto como 'llaves maestras' o, tratándose de una armónica, mutar a 'tonos esqueléticos'". Y para cerrar con otra mutación de esta canción mutante: En 1999, en un club de Manhattan, Dylan modificó título y letra y la cantó como "Visions of Madonna" porque "hay foto de ellos dos juntos después del concierto" Madonna estaba entre el público. Años atrás, en una entrevista, Dylan afirmó que "el entretenimirento pop no significa nada para mí. Nada. Pero, sabes, Madonna es buena, tiene talento, se ha preparado, ha aprendido... Pero es el tipo de cosa que te lleva años y años de tu vida alcanzar. Tienes que sacrificarte mucho para llegar allí. Sacrificio. Si quieres triunfar a lo grande tienes que sacrificar muchas cosas. Siempre es igual. Siempre es igual...".
Una indiscutida obra maestra. Una catedral de canción. El equivalente a "A Day in the Life" en Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. Nadie ha escrito y cantado y sonado mejor ni volverá a sonar y cantar y escribir mejor acerca de lo que significa padecer y disfrutar el insomnio del amor.-
Traducción y glosa de Rodrigo Fresán. Adelanto de Bob Dylan, Letras: 1962-2001, de próxima aparición en Global Rhythm Press. (Esto ya no va parece)

Comentarios

jpgarnham dijo…
No es mi preferida, pero sí es de las top ten.
Estoy esperando el librillo de Fresán. Muy buen post... Abre el apetito.
Anónimo dijo…
fresan ¿que te ha pasado con el libro? ¿no te dejan publicar las notas? ¿porque has abandonado el proyecto?
Anónimo dijo…
De hecho, es mas fuerte en la voz de Dylan, especialmente en la frase "she just makes it all too concise and too clear that Johanna is not here"...
Anónimo dijo…
Por prensa española leo que está por publicarse muy luego; take it easy.

Una cosa es lo que papá Bob diga y, lo deberíamos saber, otra cosa es lo que realmente provocó esta canción.
Anónimo dijo…
Por que tan reduccionista?
De hecho, uno podría pensar en tres niveles de influencia de las canciones en general:
- El mensaje "latente", que la mayoría de las veces no es tan claro, como el caso de esta canción en que muchos pensaba que hablaba de drogas…
- El mensaje “intrínseco”, que rodea la interpretación misma de la canción, y que le puede dar un nuevo significado de acuerdo con las vivencias de quienes las interpretan (como al parecer ocurrió con Dylan en esta canción..)
- El mensaje o significado que uno mismo le imprime a las canciones condicionado por nuestra propia existencia (En ese sentido tu o yo o cualquier mortal le puede imprimir un significado totalmente distinto de acuerdo a sus vivencias).

O no?
Es como el análisis onírico de Freud o mas bien puro chamullo.
Nice song, love it anymay.

Entradas más populares de este blog

El Nuevo Coloso, de Benjamin Sachs

"Como todos los lectores saben, El nuevo coloso es una novela histórica, un libro meticulosamente documentado situado en América entre 1876 y 1890 y basado en hechos reales. La mayoría de los personajes son seres que vivieron realmente en esa época, e incluso cuando los personajes son imaginarios, no son tanto inventos como préstamos, figuras robadas de las páginas de otras novelas. Por lo demás, todos los hechos son verdaderos -verdaderos en el sentido de que siguen el hilo de la historia- y en aquellos lugares en los que eso no queda claro, no hay ninguna manipulación de las leyes de la probabilidad. Todo parece verosímil, real, incluso banal por lo preciso de su descripción, y sin embargo Sachs sorprende al lector continuamente, mezclando tantos géneros y estilos para contar su historia que el libro empieza a parecer una máquina de juego, un fabuloso artefacto con luces parpadeantes y noventa y ocho efectos sonoros diferentes. De capítulo en capítulo, va saltando de la narració

Una oración muy muy larga o Aquí no hay punto aparte?

La columna es del NYT: "“No book worth its salt is meant to put you to sleep,” says the garrulous shoemaker who narrates the Czech novelist Bohumil Hrabal’s “Dancing Lessons for the Advanced in Age” (1964), “it’s meant to make you jump out of bed in your underwear and run and beat the author’s brains out.” Thirty-three pages into what appears to be an unbroken highway of text, the reader might well wonder if that’s a mission statement or an invitation. “Dancing Lessons” unfurls as a single, sometimes maddening sentence that ends after 117 pages without a period, giving the impression that the opinionated, randy old cobbler will go on jawing ad infinitum. But the gambit works. His exuberant ramblings gain a propulsion that would be lost if the comma splices were curbed, the phrases divided into sentences. And there’s something about that slab of wordage that carries the eye forward, promising an intensity simply unattainable by your regularly punctuated novel. Hrabal wasn’t th

El Gran Santiago