Ir al contenido principal

piropos piscoleados desde santa maradona

"El piropo, dulce arte condenado al desprestigio por obra y gracia de indignos representantes de su magia, que no comprenden la inherente belleza de una palabra bien puesta y nunca dicha a destiempo.
Los hay (entre los piropos) los clásicos: "Nena, cuándo será que vea esos zapatitos debajo de mi cama".
Los eternamente románticos: "Mamacita con ese c*, te invito a c*gar a mi casa."
Los retóricos: ella dice "pero estoy con mi novio", usted -todo un galán-retruca "pero nena, si el amor es como el fútbol", entonces ella suspira. sonríe con timidez y dice ,con nervios en la lengua, "pero qué cosas tan tiernas dice... me explica?" usted lo hace "pues es claro, corazón, el que haya un portero no quiere decir que uno no pueda anotar goles".
Los hay hechos a la medida: "Con esa mamá, para qué juguetes." Los culinarios: "Bizcocho, tu con ese jamón y yo con los huevos crudos."
Los sublimes: usted exclama con entonado acento "Tus ojos son como el mar" ella responde a su instinto poetico "oh! le inspiran nostalgias encontradas?" usted da la estocada final "iba a decir hondos, pero me gusta más tu versión".
Los cientificos: "Tus padres son criminales, porque el día que naciste se robaron todas las estrellas del universo para ponerlas en tus ojos.
Los metafóricos: "Morenaza, quisiera meter mi chorizo en tu empanada."
Los inmortales: "En besos, no en razones." (felicitese si sabe quien hizo este ultimo)"

más piropos piscoleados en
santamaradona

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Nuevo Coloso, de Benjamin Sachs

"Como todos los lectores saben, El nuevo coloso es una novela histórica, un libro meticulosamente documentado situado en América entre 1876 y 1890 y basado en hechos reales. La mayoría de los personajes son seres que vivieron realmente en esa época, e incluso cuando los personajes son imaginarios, no son tanto inventos como préstamos, figuras robadas de las páginas de otras novelas. Por lo demás, todos los hechos son verdaderos -verdaderos en el sentido de que siguen el hilo de la historia- y en aquellos lugares en los que eso no queda claro, no hay ninguna manipulación de las leyes de la probabilidad. Todo parece verosímil, real, incluso banal por lo preciso de su descripción, y sin embargo Sachs sorprende al lector continuamente, mezclando tantos géneros y estilos para contar su historia que el libro empieza a parecer una máquina de juego, un fabuloso artefacto con luces parpadeantes y noventa y ocho efectos sonoros diferentes. De capítulo en capítulo, va saltando de la narració

Tony Montana

  "¿Qué miran? Son todos unos imbéciles. ¿Saben por qué? No tienen los huevos para ser lo que quieren ser. Necesitan gente como yo. Necesitan gente como yo para poder señalarla con sus putos dedos y decir 'ese es el malo'. ¿Y eso qué los hace? ¿Buenos? Ustedes no son buenos. Sólo saben cómo esconderse, cómo mentir. Yo no tengo ese problema. Yo siempre digo la verdad... incluso cuando miento." Tony Montana,  Scarface  (1983)

Una oración muy muy larga o Aquí no hay punto aparte?

La columna es del NYT: "“No book worth its salt is meant to put you to sleep,” says the garrulous shoemaker who narrates the Czech novelist Bohumil Hrabal’s “Dancing Lessons for the Advanced in Age” (1964), “it’s meant to make you jump out of bed in your underwear and run and beat the author’s brains out.” Thirty-three pages into what appears to be an unbroken highway of text, the reader might well wonder if that’s a mission statement or an invitation. “Dancing Lessons” unfurls as a single, sometimes maddening sentence that ends after 117 pages without a period, giving the impression that the opinionated, randy old cobbler will go on jawing ad infinitum. But the gambit works. His exuberant ramblings gain a propulsion that would be lost if the comma splices were curbed, the phrases divided into sentences. And there’s something about that slab of wordage that carries the eye forward, promising an intensity simply unattainable by your regularly punctuated novel. Hrabal wasn’t th