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Comentarios

Jessica dijo…
Y en qué librería está?
cienfuegos dijo…
sólo en argentina por el momento
filosofia y sexo, definitivamente, dos areas en las que hay que estar al dia, sino el tedio comienza a acampar y se queda instalado en tu vida de pobre mortal.

en esta tematica creo que nadie lo ha hecho mejor que el marquez de Sade, un infaltable de la biblioteca.

que buenas que son las librerias argentinas...

saludos,
m.
Carlos dijo…
Buenísimo tu ojo, Cienfuegos.


(Huilipan: qué tal El Pene de Occam?)
Anónimo dijo…
SI ÉL LO DICE...

La Nación
El Papa Benedicto XVI ya tiene su primera encíclica, titulada ?Deus caritas est? (Dios es amor) y que fue presentada ayer en el Vaticano. El documento consta de 71 páginas y aborda, entre otros temas, la relación entre la justicia, la política y la fe. En su texto el Pontífice advierte que un ?Estado que no se rigiera según la justicia se reduciría a una gran banda de ladrones?.

Otro de los tópicos que recoge la publicación es el amor erótico entre el hombre y la mujer, al que catalogó como ?eros?, uniéndolo al concepto griego ?ágape? (incondicional). Al respecto destacó que -según su visión- tener relaciones sexuales sin amor incondicional puede convertir al hombre y a la mujer en una mercancía.

El teólogo suizo Hans Kung, uno de los más críticos con Joseph Ratzinger cuando era cardenal, aplaudió la encíclica y auspició una segunda en poco tiempo.

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Vaticano cobrará derechos de autor por textos del Papa

UPI
El Vaticano decidió cobrar derecho de autor por los textos escritos por el Papa Benedicto XVI y sus predecesores de hasta cincuenta años, iniciativa que no ha tenido buena acogida entre los afectados.
El famoso escritor Vittorio Messori, autor de libros con el actual pontífice, Joseph Ratzinger, de 78 años, y con Juan Pablo II, calificó la decisión de "desastrosa como operación de imagen".
te dej'e eso que llaman meme en mi blog, se trata de contar cinco rarezas tuyas

salú

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"Como todos los lectores saben, El nuevo coloso es una novela histórica, un libro meticulosamente documentado situado en América entre 1876 y 1890 y basado en hechos reales. La mayoría de los personajes son seres que vivieron realmente en esa época, e incluso cuando los personajes son imaginarios, no son tanto inventos como préstamos, figuras robadas de las páginas de otras novelas. Por lo demás, todos los hechos son verdaderos -verdaderos en el sentido de que siguen el hilo de la historia- y en aquellos lugares en los que eso no queda claro, no hay ninguna manipulación de las leyes de la probabilidad. Todo parece verosímil, real, incluso banal por lo preciso de su descripción, y sin embargo Sachs sorprende al lector continuamente, mezclando tantos géneros y estilos para contar su historia que el libro empieza a parecer una máquina de juego, un fabuloso artefacto con luces parpadeantes y noventa y ocho efectos sonoros diferentes. De capítulo en capítulo, va saltando de la narració

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