Ir al contenido principal

Peña le responde al obispo Ezzati

"Señor Director:

En una entrevista que no lleva firma y que apareció en el día de ayer (¿la habrá hecho el Espíritu Santo?), Monseñor Ezzati se refiere a unas declaraciones que formulé hace unos diez días. A pesar de lo que Monseñor mañosamente da a entender, no aludí a la actuación de los miembros del Consejo Asesor de Educación.
Me referí, en cambio, a la actitud de la Iglesia y de la derecha en estas materias. Afirmé que la Iglesia y la derecha estaban igualmente animadas por el miedo a que se amagara la libertad de enseñanza y que sus temores frente a la "judicialización" de la calidad educativa reposaban sobre un malentendido.
Afirmé que todo eso era "insensato", o sea, carente de razón o de justificación. Fue todo lo que dije.


Bastó eso para que, inflamado por la furia (que siempre es una variante de la ignorancia), Monseñor tejiera argumentos ad hominem (el más notable de todos: hacerme presente que mi hijo estudia en una universidad católica) y me dirigiera descalificaciones varias.No tengo problemas en poner la otra mejilla frente a los argumentos ad hominem y las descalificaciones.


No lo hago ni por piedad ni por miedo: lo que ocurre es que tengo interés en que un diálogo racional pueda resolver algunos de los más urgentes problemas de la educación.
Invito a lo mismo a la Iglesia Católica. Porque si continúa entre el miedo y la furia, es difícil que pueda hacer algún aporte a este debate.


CARLOS PEÑA GONZÁLEZ"


En El Mercurio de hoy.

Comentarios

Anónimo dijo…
feo curita feo
Anónimo dijo…
A mí me parece un poco llorón Peña. Hace apología del diálogo, y cuando le contestan, se amurra, se ofende porque le contesta un cura, y elude el debate de fondo. ¿Quién es el Padre Gatica en este cuento?

Entradas más populares de este blog

El Nuevo Coloso, de Benjamin Sachs

"Como todos los lectores saben, El nuevo coloso es una novela histórica, un libro meticulosamente documentado situado en América entre 1876 y 1890 y basado en hechos reales. La mayoría de los personajes son seres que vivieron realmente en esa época, e incluso cuando los personajes son imaginarios, no son tanto inventos como préstamos, figuras robadas de las páginas de otras novelas. Por lo demás, todos los hechos son verdaderos -verdaderos en el sentido de que siguen el hilo de la historia- y en aquellos lugares en los que eso no queda claro, no hay ninguna manipulación de las leyes de la probabilidad. Todo parece verosímil, real, incluso banal por lo preciso de su descripción, y sin embargo Sachs sorprende al lector continuamente, mezclando tantos géneros y estilos para contar su historia que el libro empieza a parecer una máquina de juego, un fabuloso artefacto con luces parpadeantes y noventa y ocho efectos sonoros diferentes. De capítulo en capítulo, va saltando de la narració

Una oración muy muy larga o Aquí no hay punto aparte?

La columna es del NYT: "“No book worth its salt is meant to put you to sleep,” says the garrulous shoemaker who narrates the Czech novelist Bohumil Hrabal’s “Dancing Lessons for the Advanced in Age” (1964), “it’s meant to make you jump out of bed in your underwear and run and beat the author’s brains out.” Thirty-three pages into what appears to be an unbroken highway of text, the reader might well wonder if that’s a mission statement or an invitation. “Dancing Lessons” unfurls as a single, sometimes maddening sentence that ends after 117 pages without a period, giving the impression that the opinionated, randy old cobbler will go on jawing ad infinitum. But the gambit works. His exuberant ramblings gain a propulsion that would be lost if the comma splices were curbed, the phrases divided into sentences. And there’s something about that slab of wordage that carries the eye forward, promising an intensity simply unattainable by your regularly punctuated novel. Hrabal wasn’t th

El Gran Santiago