"La primera carátula de Lolita (Olympia Press, 1955) tenía solo el nombre escrito en letras oscuras sobre una cartulina intensamente verde (¿anunciando al "viejo verde" de Humbert Humbert?). Sobria, como solían ser las carátulas entonces, y más aún siendo esta una novela que podría ser acusada de "pornográfica". Pero perdía el gancho comercial de colocar a una nínfula (personaje seductor entre los 9 y 12 años, como Lolita) en la carátula. Mucha agua ha pasado bajo el puente y, cumpliéndose este mes los 50 años de la publicación de este libro genial (editado originalmente en dos volúmenes), repaso varias carátulas y propongo lo mejor y lo peor."
"Esta es una de las carátulas más conocidas, y también la mejor para ilustrar Lolita. En primer lugar, es sugerente, porque deja al lector el libre albedrío de imaginar el rostro de Lolita. En segundo lugar, no es evasiva, porque sin duda las piernas de esa niña responden a una edad entre los 9 y 12 años, edad en que Humbert Humbert descubre a su nínfula en el jardín de su madre. Y en tercer lugar, contextualiza al lector en la coyuntura de la novela: esas medias y los zapatos nos muestra a una escolar americana de los años 50. Y Nabokov quería, justamente, retratar a las escolares y al modo de vivir americano de aquella década. Queda claro que mostrar una parte del cuerpo que no sea el rostro es la solución idónea para la carátula de un libro como Lolita. Esta foto de las piernas descubiertas por una falda corta y levantada despreocupadamente es, por ello, perfecta, porque muestra el doble signo de Lolita (y de todas las nínfulas) entre la inocencia/seducción (la postura de los pies subraya esa duplicidad). Mostrar, por ejemplo, un pecho floreciente o unas nalgas respingadas sería demasiado obvio e implicaría una suerte de censura a Humbert Humbert como un sujeto meramente sexual (lo que no era, a diferencia de Quilty). En ese sentido, no me parece acertada esta carátula de la editorial Vintage Internacional, que muestran los labios, y menos aún en una foto tan "sensual" que es demasiado explícita (a diferencia de la novela, donde lo sexual y lo poético, lo carnal y lo sublimado, están en preciso equilibrio). En el caso de Lolita, lo seductor se debe sopreponer a lo sexual o directamente erótico. Otras carátulas en las que se ven las piernas son ésta (las medias con los zapatos aquí son poco atractivas) y ésta (que corresponden al jardín de la casa de su madre, sin duda)."
"Cuando un autor es un clásico, se considera la opción a colocar su rostro en la carátula de sus novelas principales, aunque se corra el riesgo de que algúj desinformado piense que Humbert Humbert es un anciano con cara de profesor de Cornell. Esta carátula de Lolita es curiosa, sin duda, con aquel Nabokov serio, de lentes caídos, cogiendo una rosa frágil con cierta suavidad. Una broma oscura, probablemente, que Nabokov no hubiera aceptado. También existe una carátula muy divertida, en este sentido, para la versión de Lolita en audio libro, leída por Jeremy Irons. Es más precisa, porque ahí Nabokov está trepado en un automóvil similar al que usó Humbert Humbert (el tema de la carretera y los hostales es un tema imprescindible en esta novela) para huir con su nínfula. Nabokov no tiene un rostro pétreo sino más bien muy divertido, casi, casi sonriendo. Aunque es ciertamente profesoral. Y lleva una pluma para escribir. Sin duda, más que Humbert Humbert, parece el demonio de Quilty."
Artículo extraido desde el estupendo sitio peruano: ¡Basta de carátulas!
Abajo va Lolita versión Kubrick (1962), cuando Humbert conoce a Dolores Haze.
"Esta es una de las carátulas más conocidas, y también la mejor para ilustrar Lolita. En primer lugar, es sugerente, porque deja al lector el libre albedrío de imaginar el rostro de Lolita. En segundo lugar, no es evasiva, porque sin duda las piernas de esa niña responden a una edad entre los 9 y 12 años, edad en que Humbert Humbert descubre a su nínfula en el jardín de su madre. Y en tercer lugar, contextualiza al lector en la coyuntura de la novela: esas medias y los zapatos nos muestra a una escolar americana de los años 50. Y Nabokov quería, justamente, retratar a las escolares y al modo de vivir americano de aquella década. Queda claro que mostrar una parte del cuerpo que no sea el rostro es la solución idónea para la carátula de un libro como Lolita. Esta foto de las piernas descubiertas por una falda corta y levantada despreocupadamente es, por ello, perfecta, porque muestra el doble signo de Lolita (y de todas las nínfulas) entre la inocencia/seducción (la postura de los pies subraya esa duplicidad). Mostrar, por ejemplo, un pecho floreciente o unas nalgas respingadas sería demasiado obvio e implicaría una suerte de censura a Humbert Humbert como un sujeto meramente sexual (lo que no era, a diferencia de Quilty). En ese sentido, no me parece acertada esta carátula de la editorial Vintage Internacional, que muestran los labios, y menos aún en una foto tan "sensual" que es demasiado explícita (a diferencia de la novela, donde lo sexual y lo poético, lo carnal y lo sublimado, están en preciso equilibrio). En el caso de Lolita, lo seductor se debe sopreponer a lo sexual o directamente erótico. Otras carátulas en las que se ven las piernas son ésta (las medias con los zapatos aquí son poco atractivas) y ésta (que corresponden al jardín de la casa de su madre, sin duda)."
"Cuando un autor es un clásico, se considera la opción a colocar su rostro en la carátula de sus novelas principales, aunque se corra el riesgo de que algúj desinformado piense que Humbert Humbert es un anciano con cara de profesor de Cornell. Esta carátula de Lolita es curiosa, sin duda, con aquel Nabokov serio, de lentes caídos, cogiendo una rosa frágil con cierta suavidad. Una broma oscura, probablemente, que Nabokov no hubiera aceptado. También existe una carátula muy divertida, en este sentido, para la versión de Lolita en audio libro, leída por Jeremy Irons. Es más precisa, porque ahí Nabokov está trepado en un automóvil similar al que usó Humbert Humbert (el tema de la carretera y los hostales es un tema imprescindible en esta novela) para huir con su nínfula. Nabokov no tiene un rostro pétreo sino más bien muy divertido, casi, casi sonriendo. Aunque es ciertamente profesoral. Y lleva una pluma para escribir. Sin duda, más que Humbert Humbert, parece el demonio de Quilty."
Artículo extraido desde el estupendo sitio peruano: ¡Basta de carátulas!
Abajo va Lolita versión Kubrick (1962), cuando Humbert conoce a Dolores Haze.
Comentarios
saludos
R.
Kubrick siempre fue un tipo cruel!
Saludos!
J
http://periodistamachali.blogspot.com/2006/09/libros-quemados-libros-redimidos.html