"Ya no puedo negarle nada a la Cata. Se ha vuelto una viciosa de los mil demonios y sé que tengo algo de responsabilidad en eso. Ahora se le antoja mirar, convertirse en un ángel voyeur y yo le presto alitas impuras para que cumpla con sus instintos. Quiere ver como el Pelao, magnífico ejemplar, me lo mete por el culito angélico y cómo acaba en mi culito angélico. La Cata quiere sacarnos la foto en el momento del orgasmo y el Pelao sale con una increíble cara de huevón y yo con una delicada carita de ángel que ha alcanzado el cielo de la perfección anal. Entonces intentamos otra y le decimos al Pelao:
"- O pones cara de porno star decente o te obligamos a hacer eso que a ti no te gusta hacer y que por cierto falso pudor nos negamos absolutamente a develar a nuestro amables lectores..."
Este post está citado desde Alas quebradas, "una mujer aparentemente normal que dice ser un ángel en contínua mutación".
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