Ir al contenido principal

Parra citado por Carrasco

"Nicanor Parra estuvo en China (me parece que fue en los años 60); allí hizo una mini encuesta personal preguntando en voz baja a todos los que conocía: ¿qué espera la revolución de un poeta?

La noche antes de marcharse, en una reunión oficial, uno de los escritores de allá le respondió más o menos como sigue.

"- Señor Parra, usted ha estado preguntando insistentemente qué es lo que espera la revolución de un poeta. Pues bien, yo le voy a responder. Lo que espera la revolución es esto:

1. identificar al enemigo.
2. apuntar al enemigo.
3. disparar."

Parra quedó muy desilusionado con la respuesta; a mí me dio risa. Puedo usar la anécdota para sostener que alguna vez estuve cerca de ese tipo de literatura. Cito este poema publicado en mi primer libro (1995), El Libro de los Tiburones (Nota del posteador: Libro ya citado
antes en este blog, dígamoslo):

malasya"LA TAREA ACTUAL

Todos dicen amar a Cortázar
todos dicen amar al prójimo
de modo
que está
de moda
amar
dicho sea de paso
a Cortázar
y al prójimo
de modo que
lo importante hoy en día
no es amar a Cortázar
que como todos sabemos
fue un prójimo excelente
sino que
menester más ilustre
es ubicar al enemigo
que se encuentra muy a gusto
dicho sea de paso
entre los amantes de Cortázar
y del prójimo
de modo que
no me pidan amar al prójimo
ufano de su amor por Cortázar
sin antes someterle a minucioso exámen
porque
como dije antes
la tarea actual
es definir
reconocer
delimitar
(y ya hablaremos de acometer y de neutralizar)
al enemigo."

Julio Carrasco, profesión poetazo.
Texto extraido sin anestesia directamente del corazón de
Malasya

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Nuevo Coloso, de Benjamin Sachs

"Como todos los lectores saben, El nuevo coloso es una novela histórica, un libro meticulosamente documentado situado en América entre 1876 y 1890 y basado en hechos reales. La mayoría de los personajes son seres que vivieron realmente en esa época, e incluso cuando los personajes son imaginarios, no son tanto inventos como préstamos, figuras robadas de las páginas de otras novelas. Por lo demás, todos los hechos son verdaderos -verdaderos en el sentido de que siguen el hilo de la historia- y en aquellos lugares en los que eso no queda claro, no hay ninguna manipulación de las leyes de la probabilidad. Todo parece verosímil, real, incluso banal por lo preciso de su descripción, y sin embargo Sachs sorprende al lector continuamente, mezclando tantos géneros y estilos para contar su historia que el libro empieza a parecer una máquina de juego, un fabuloso artefacto con luces parpadeantes y noventa y ocho efectos sonoros diferentes. De capítulo en capítulo, va saltando de la narració

Tony Montana

  "¿Qué miran? Son todos unos imbéciles. ¿Saben por qué? No tienen los huevos para ser lo que quieren ser. Necesitan gente como yo. Necesitan gente como yo para poder señalarla con sus putos dedos y decir 'ese es el malo'. ¿Y eso qué los hace? ¿Buenos? Ustedes no son buenos. Sólo saben cómo esconderse, cómo mentir. Yo no tengo ese problema. Yo siempre digo la verdad... incluso cuando miento." Tony Montana,  Scarface  (1983)

Una oración muy muy larga o Aquí no hay punto aparte?

La columna es del NYT: "“No book worth its salt is meant to put you to sleep,” says the garrulous shoemaker who narrates the Czech novelist Bohumil Hrabal’s “Dancing Lessons for the Advanced in Age” (1964), “it’s meant to make you jump out of bed in your underwear and run and beat the author’s brains out.” Thirty-three pages into what appears to be an unbroken highway of text, the reader might well wonder if that’s a mission statement or an invitation. “Dancing Lessons” unfurls as a single, sometimes maddening sentence that ends after 117 pages without a period, giving the impression that the opinionated, randy old cobbler will go on jawing ad infinitum. But the gambit works. His exuberant ramblings gain a propulsion that would be lost if the comma splices were curbed, the phrases divided into sentences. And there’s something about that slab of wordage that carries the eye forward, promising an intensity simply unattainable by your regularly punctuated novel. Hrabal wasn’t th