Parece que la historia es así: sanfeliú (a la izq.) convence a zebra (a la der.) de que su película por venir le lleve blog.
pero zebra antes fue centella cienfuegos, poeta y fundador de la estirpe. al comienzo de un viaje en un barco ebrio (bote con motor fuera de borda más bien), en una oficina en chucre manzur me pidieron registrara mi cambio de nombre (otros compañeros de viaje eran manzana, gianluca pagliucca, piedra, e ilustres etc.) y yo me autobautizé como arcángel cienfuegos; con la muerte de dios bajo el sol de la gran búsqueda nietszcheana, quedé en cienfuegos a secas; y luego se multiplicaron los cienfuegos. pero al principio fue centella, hoy zebra, antes era sólo poeta, hoy además es cineasta.
nos vemos cada 4 años y le envío mis abrazos junto a esta cita desde su nuevo e imprescindible blog:
"el cine ha muerto
pero zebra antes fue centella cienfuegos, poeta y fundador de la estirpe. al comienzo de un viaje en un barco ebrio (bote con motor fuera de borda más bien), en una oficina en chucre manzur me pidieron registrara mi cambio de nombre (otros compañeros de viaje eran manzana, gianluca pagliucca, piedra, e ilustres etc.) y yo me autobautizé como arcángel cienfuegos; con la muerte de dios bajo el sol de la gran búsqueda nietszcheana, quedé en cienfuegos a secas; y luego se multiplicaron los cienfuegos. pero al principio fue centella, hoy zebra, antes era sólo poeta, hoy además es cineasta.
nos vemos cada 4 años y le envío mis abrazos junto a esta cita desde su nuevo e imprescindible blog:
"el cine ha muerto
El cine tiene apenas cien años y desde que lo inventaron han existido peleas por imponer un formato por sobre otro. Peleas por patentes, por formatos de proyección, por los tamaños de los negativos, etc. Que cine en celuloide, que cine digital, que cine en VHS, Betamax, Disco láser, DVD, blá, blá, blá.
Todos estos problemas prácticos han ayudado a confundir el fondo con la forma.
El cine (a diferencia de lo que muchos creen) no es un formato, es un lenguaje.
Y como tal está en constante evolución. En cien años ha cambiado mucho y la fiesta tiene para rato.
En los setentas, cuando aparecieron las cámaras de video, muchos se volvieron locos. Dijeron que el cine moriría. Vaticinaron que el nuevo formato, más barato y más fácil de usar, terminaría desplazando al dinosáurico celuloide.
Por esos mismos años al cineasta alemán Wim Wenders se le ocurrió preguntarle a muchos directores si el cine realmente moriría.
Muchos se entraparon en el problema técnico, que el celuloide era más bello, que la imagen del video era demasiado realista, etc.
Para mi gusto la mejor respuesta la dio Werner Herzog. Dijo secamente: "Da lo mismo".
Para el no era el cine lo que importaba, sino la humanidad. El problema no era el soporte, porque el soporte siempre cambiaría. Mientras hubiera seres humanos habría cine, poesía, literatura, música o lo que fuera.
El cine existe por algo que vive al interior del hombre y hoy por hoy es necesario y efectivo. Pero nadie puede saber qué otras formas de expresión se inventarán en el futuro. Y como dijo el gran Herzog, "Da lo mismo".
Creer que el cine morirá porque aparecerá un formato mejor es como creer, si es que fuéramos hombres de las cavernas, que al arte desaparecerá cuando se agoten los materiales que sirven para pintar bisontes en las paredes rocosas.
El cine es el engendro que resulta al cruzar la ciencia con el arte. Es la materia (La palabra película "proviene" de la palabra "piel", en este caso el celuloide) albergando al espíritu (que vive en la inmaterialidad de la proyección).
Es más, yo creo que el cine existe más allá del soporte. Está en la vida diaria, en todo lo que se mueve. Me acuerdo de que a Hitchcock le daba lata filmar sus guiones, porque sus películas ya estaban creadas, ya existían totalmente en su cabeza.
Cuando uno va al cine obviamente mira la pantalla, pero ¿es esa la película?.
También está el haz de luz, el proyector, y el celuloide compuesto, en un largometraje promedio de 172.800 fotogramas. Entonces ¿Dónde está la película?.
Yo creo que al interior del espectador.
Por eso da lo mismo el formato de turno y da lo mismo si el cine muere dentro de, digamos, 500 años. Porque lo que importa es que los seres humanos seguirán creando de muchas formas distintas, siempre.
Sino, nos morimos todos, nos secamos, se extingue la raza, caga todo. Lo dijo Bataille: "Si se resuelven los enigmas, las estrellas se apagan".
El cine es un capítulo más en la larga historia de amor que tiene la humanidad con el misterio. Y me retracto, no tiene cien años, tiene millones.
Sebastián Campos"
Todos estos problemas prácticos han ayudado a confundir el fondo con la forma.
El cine (a diferencia de lo que muchos creen) no es un formato, es un lenguaje.
Y como tal está en constante evolución. En cien años ha cambiado mucho y la fiesta tiene para rato.
En los setentas, cuando aparecieron las cámaras de video, muchos se volvieron locos. Dijeron que el cine moriría. Vaticinaron que el nuevo formato, más barato y más fácil de usar, terminaría desplazando al dinosáurico celuloide.
Por esos mismos años al cineasta alemán Wim Wenders se le ocurrió preguntarle a muchos directores si el cine realmente moriría.
Muchos se entraparon en el problema técnico, que el celuloide era más bello, que la imagen del video era demasiado realista, etc.
Para mi gusto la mejor respuesta la dio Werner Herzog. Dijo secamente: "Da lo mismo".
Para el no era el cine lo que importaba, sino la humanidad. El problema no era el soporte, porque el soporte siempre cambiaría. Mientras hubiera seres humanos habría cine, poesía, literatura, música o lo que fuera.
El cine existe por algo que vive al interior del hombre y hoy por hoy es necesario y efectivo. Pero nadie puede saber qué otras formas de expresión se inventarán en el futuro. Y como dijo el gran Herzog, "Da lo mismo".
Creer que el cine morirá porque aparecerá un formato mejor es como creer, si es que fuéramos hombres de las cavernas, que al arte desaparecerá cuando se agoten los materiales que sirven para pintar bisontes en las paredes rocosas.
El cine es el engendro que resulta al cruzar la ciencia con el arte. Es la materia (La palabra película "proviene" de la palabra "piel", en este caso el celuloide) albergando al espíritu (que vive en la inmaterialidad de la proyección).
Es más, yo creo que el cine existe más allá del soporte. Está en la vida diaria, en todo lo que se mueve. Me acuerdo de que a Hitchcock le daba lata filmar sus guiones, porque sus películas ya estaban creadas, ya existían totalmente en su cabeza.
Cuando uno va al cine obviamente mira la pantalla, pero ¿es esa la película?.
También está el haz de luz, el proyector, y el celuloide compuesto, en un largometraje promedio de 172.800 fotogramas. Entonces ¿Dónde está la película?.
Yo creo que al interior del espectador.
Por eso da lo mismo el formato de turno y da lo mismo si el cine muere dentro de, digamos, 500 años. Porque lo que importa es que los seres humanos seguirán creando de muchas formas distintas, siempre.
Sino, nos morimos todos, nos secamos, se extingue la raza, caga todo. Lo dijo Bataille: "Si se resuelven los enigmas, las estrellas se apagan".
El cine es un capítulo más en la larga historia de amor que tiene la humanidad con el misterio. Y me retracto, no tiene cien años, tiene millones.
Sebastián Campos"
Si quieren escribir una pequeña reseña sobre su vida al interior de su familia, bienvenida. Escríbanle a scampos@horamagica.com, él las subirá. Y pueden dejar comentarios.
Comentarios
cuántas veces he dicho eso. Pero esta vez, SI es verdad.
Júntense Ustedes. Salud
brindo por eso...
si la decisión es de ministro o jefe de servicio y expresa una política, por último se le discutirá y tendrá un costo político que pagar; pero esos mandos con algún mínimo rango de poder que lo usan y abusan em dan ganas de mandarlos al paredón
y sabemos que jurídicamente no hay mucho que hacer tampoco, a menos que alguien entrara y dinamitara cuerto Palacio cuando todos los ministros estén adentro.